Un par de ejemplos

    A la entrada de un edificio municipal, en un panel bien visible, un texto empieza: “Este edificio, fue inaugurado…” (sic) y una fecha de cierta antigüedad. Otro ejemplo de parecido jaez se da en otra empresa municipal. Y es que, mientras andan a la greña sobre el cambio de nombre de las calles, se ha modificado en la práctica la denominación de una de las consideradas calles principales de la ciudad. Ya es “Ronda de téjares” (sic) ni más ni menos. (Con tanto cargo y carguillo, ¿no es posible un corrector del idioma?)
    La americana Nancy, que vino a España a hacer una tesis, cuenta sus peripecias a una prima: “Ayer me presentaron a dos muchachos, escribe, en la calle Sierpes y yo, que andaba con problemas de gramática, pregunté al más viejo: “Por favor, ¿cómo es el imperfecto de subjuntivo del verbo airear?”. El chico se puso colorado y cambió de tema. ¿Por qué se puso colorado?... los hombres son muy amables pero no los entiendo. A veces se ruborizan sin motivo. O se ponen pálidos. Sobre todo cuando les pregunto cosas de gramática”. Máximo Estrella, por su parte, en “Luces de bohemia”, reclama muy enfadado que ha sido detenido y torturado de manera injusta, simplemente por “la arbitrariedad de un legionario, a quien pregunté, ingenuo, si sabía los cuatro dialectos griegos. ¡Suponerle a un guardia tan altas Humanidades! responde el ministro, antiguo amigo suyo. Era un teniente, reclama Max. “Como si fuese un Capitán General…
    Ejemplo en los dos sentidos, metodológico y como modelo, propio de un pueblo en subdesarrollo, nuestra sociedad no tiene sensibilidad por el valor de la lengua y apenas considera de interés ocuparse de escribir correctamente. Basta salir a la calle para leer rótulos comerciales que dicen Martinez en lugar de Martínez, estacion por estación, panaderia por panadería, gestoria por gestoría… Y en el terreno de lo público, ocurre lo mismo. Uno se cansa, en las carreteras, de ver Cordoba en lugar de Córdoba, Jaen por Jaén y Malaga cuando a donde desea ir es a Málaga. “Sabes menos de ese asunto, decía un enfadado conversador, que los de “Sálvame” del imperfecto de subjuntivo”. (¡Ah! Mientras en SADECO una noble mano ha establecido el orden dando un ejemplo encomiable de corrección, en AUCORSA se sigue gritando a los cuatro vientos (mañana, tarde y noche), Ronda de téjares, ronda de téjares… para mayor honra y gloria de la ciudad y sus gentes…)

Publicado el día 12 de julio de 2019

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