Pensar con la razón

       No hace demasiado tiempo un grupo de mujeres significativas de países árabes apelaron a que, ojalá, el destino o la vida les deparase algún Voltaire que provocara una época de Ilustración en el Islam. Y, aunque Juan Goytisolo matizó esta demanda afirmando que, de entre los muchos nombres preclaros del momento, este autor no era precisamente el modelo a seguir, la verdad es que la referida aspiración no merece sino apoyo. La Ilustración, situada básicamente en el siglo XVIII, llamado por ello de la “Luces”, supuso el despegue definitivo del ser humano de las tinieblas de la superstición y la credulidad. Dice el filósofo Kant que ese período “significa el movimiento del hombre al salir de una puerilidad mental de la que él mismo es culpable”. Ese movimiento cultural e intelectual, que por cierto no está reñido con la fe, permitiría al Islam la maduración y la sensatez de las que se lucró la cultura occidental.
      Pero no hay que llegar a este período para ver cómo en la historia se ha ido produciendo una acomodación racional y hasta de sentido común de los mensajes religiosos tal como hoy los viven, matices aparte, la mayoría de los occidentales. Los árabes durante la Edad Media fueron protagonistas (Averroes…) y trajeron a Europa, a través de España, los textos de los autores clásicos que propiciaron la modernidad y el Renacimiento, período en el que aparecieron los primeros avances científicos, filosóficos y culturales que dieron origen a la que llamamos nuestra civilización. Y todo ello fue posible gracias a la gestión cultural de los primeros siglos del Islam que tan provechosos fueron para todos.
       Cerrando la tríada (el Renacimiento por una parte y la Ilustración por otra) es necesario referirse a todo el proceso, en época casi actual, de lo que se ha llamado con una palabra aparentemente extravagante “desmitologización”. Lo que el teólogo protestante R. Bultmann y su escuela propugnaban en el siglo pasado era (dicho de una manera demasiado elemental) interpretar exclusivamente como símbolos de mensaje religioso la literalidad de la letra escrita. Lo que la ciencia va confirmando cada vez más, en palabras del científico dominico Francisco Ayala. Reordenar el pensamiento religioso desde la razón sería el camino más seguro para acabar con el lenguaje de las armas y de la crueldad. Claro, que para eso es necesario proceder desde la moralidad más elemental. Todos.

Publicado el día 13 de marzo de 2015

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