Dijo el iconoclasta (1)

     Y fue entonces cuando el iconoclasta de guardia, levantándose de entre la partida y, poniendo dulzura de miel en sus reflexiones como hacía el filósofo Dionisio de Mileto, habló. Y dijo:
      Pero vamos a ver, ¿qué es ese lío que tenéis montado con lo que llamáis la separación o independencia de Cataluña?, ¿qué es y significa eso, que se quieren marchar de España y formar un Estado propio?, y ¿qué?, ¿qué problema es eso?, ¿Acaso el fin de la Galaxia? ¿Acaso todavía no os habéis entrado que las naciones, los países y los Estados no son entes eternos e inamovibles, que, como todos los seres vivos, nacen, se desarrollan y mueren, y aquí es casi inocente e inapropiado hablar de esencias y cosas por el estilo? ¿O pensáis que lo que llamamos España se formó quizá en el Neolítico, puede que al sexto o séptimo día de la creación bíblica, y ya desde entonces no se ha movido un ápice de su condominio? ¿Pero todavía no os habéis enterado de que, a lo largo de la historia, han sido miles o más las formas de agrupamiento de los seres humanos en tribus, imperios, pueblos, reinos y demás? ¿Y que aún en nuestros días sigue el ajetreo de Estados que nacen y otros que desaparecen o se modifican? Ahí están desde Yugoslavia, que ha parido cinco nuevas (y también viejas) repúblicas; Checoslovaquia, que ahora son dos; Kosovo; Sudán, también desdoblado… y ¿qué ha pasado? ¿Y cuantas veces ha cambiado, por ejemplo, Polonia de situación en el mapa? Y asimismo los referendos en el Reino Unido o Canadá… Claro que eso es otra cosa y solo se da en países cultos, modernos y verdaderamente democráticos. ¡Con lo que hubiera resuelto una consulta oficial! Pero aquí están prohibidas, se desconoce si por leyes físicas o metafísicas. Porque, en caso de disposiciones humanas, pues la ley está al servicio del ser humano. Tenéis que convenceros de que todo este embrollo no es algo natural sino un proceso artificial, un montaje creado y mantenido por intereses perversos, personales y políticos, de algunos de los que mandan, básicamente dos, y que de momento no tienen ninguna intención de resolver. Incluso cada vez se está liando más la cosa, , que queda muy ajeno del que vende melones, conduce un taxis o tiene discusiones familiares. ¿O tendremos que acordarnos otra vez más de Ana Ponikvar, que ya está bien?
     Y, tras tomar el sorbo de agua que acostumbran los oradores, prosiguió y apuró su confesión.

Publicado el día 2 de octubre de 2015

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